Ser coreógrafo quiere significar una educación en peldaños donde el primer escalón es el esfuerzo metodológico para ser un buen maestro, luego profesor y así poder llegar a la apertura mental necesaria para consagrar al alumno en coreógrafo, teniendo en cuenta no sólo danza jazz y sus variantes, sino también otras danzas (Tango, Ritmos Latinos, Ballroom, Árabe, folklore internacional, Swing, Rock, Danzas polinesias, entre otras), que aporten al alumno la necesidad continua del estudio cognitivo, la preparación física y mental necesaria para salir adelante en sus eventos, tales como: muestras de fin de año, shows, galas, workshops, seminarios; a nivel nacional e internacional.
Pablo Gennaro